Finalmente, el 23 de julio estuvimos ahí.
A la emoción de poder pasear por los claustros, se sumó la aparición de Darío y David, casi sin aviso. También vino Lucrecia, quien a toda costa defendió su bien merecido 23 ½. Una alegría.
La cena se realizó en “Doró Restó”. Para quien no lo conozca, acá les dejo la publicidad:
Entre todas las fotos que aportaron, armé una galería que podrán ver luego del salto (para que no tarde en cargar mucho la página principal, porque son muchas fotos).