La Octava

No quiero aburrirlos, así que trataré de ser breve.

Al terminar el colegio estaba entre medicina, química e historia (esta era medio obvia). Por algún motivo que no recuerdo me decidí por química. Seguramente en esto tuvo mucho que ver que Facundo estudie lo mismo. La carrera me resulto bastante difícil. En la mitad de la carrera curse la primera materia de la licenciatura en biología (Introd. a la Biol. Molecular), posiblemente la mejor materia que haya cursado alguna vez. Allí me picó el bicho de la biología y acto seguido comencé a trabajar con una beca para estudiantes de la Fundación Antorchas en la Facultad de Farmacia y Bioquímica, donde comencé mi doctorado luego de recibirme en 1995. El doctorado fue una mezcla de química orgánica y bioquímica.
A comienzos del 98 durante el cumpleaños de un amigo conocí a Danae. Pasamos juntos los siguientes 4 días y Dánae partió a Londres para iniciar un master en arqueología. Tres días después de su partida yo me iba a Méjico de vacaciones, pero me había quedado tan enganchado que la llamé a Londres y le pregunté si podía ir a visitarla. Afortunadamente aceptó, así que de Méjico DF volé a Londres, donde pasamos 10 días juntos (como verán en la ciencia los tiempos de vacaciones son elásticos). Antes de volver le propuse matrimonio e increíblemente aceptó. A los cuatro meses Dánae volvió de Londres y en noviembre del 98 nos casamos. Dánae es una persona muy especial, muy divertida e inteligente. A comienzos del 99 Dánae se fue nuevamente a Londres a hacer ahora un doctorado en arqueología. Aproveché y me fui a trabajar por unos meses a un instituto londinense que investiga en cáncer (el Imperial Cancer Research Fund).

Los primeros 4 años de casados fueron bastante agitados, porque Dánae pasaba la mitad del año en Londres. Por suerte como estudiaba a los indios de la Patagonia el resto del año estaba en BA. Creo que en esa etapa viajé a Inglaterra unas 8 veces. Por momentos la separación se hacía insoportable. En el 2000 defendí mi tesis de doctorado y comencé un postdoctorado, ahora en temas netamente biológicos. Hace un par de años entré a la carrera del investigador del CONICET. Finalmente Dánae se doctoró, volvió a BA y también entró al CONICET.

Después de 8 años de casados nos decidimos a tener hijos. Dánae quedó embarazada de Fiona, un pequeño angelito que nació en enero del 2007. Estamos chochos. Esto está trillado, pero estoy convencido de que es la nena más linda y buena del mundo (más ahora que duerme 8 horas). Cabe aclara que el nombre lo habíamos decidido varios años antes que la película de Shrek. Ahora estamos viviendo en un departamento de Palermo, investigando cada uno en lo suyo, dando clases en la UBA y criando a Fiona. Si tenemos suerte en un par de años se agrandará la prole.

Este año comencé a dirigir mi grupo de investigación en la Fundación Instituto Leloir (en Parque Centenario). Estamos estudiando como las proteínas adquieren su estructura en el espacio, un proceso que cuando falla origina enfermedades como el mal de Parkinson, el de Alzheimer o el de la vaca loca. Como verán, las cosas no han cambiado mucho, antes leía mucha historia y ahora básicamente me la paso leyendo biología. El trabajo de científico es un poco diferente a lo que uno se imagina. Los objetivos son a muy largo plazo, lo cual requiere mucha paciencia. La ciencia es una actividad internacional y a veces a la mitad de un proyecto un grupo del otro lado del mundo te gana de mano. Claramente tiene cosas lindas, no tenés horarios fijos, viajás mucho (cada vez que voy a USA me paso unos días por Atlanta para ver a Facu), es un trabajo relativamente poco rutinario y todo el tiempo estás aprendiendo algo nuevo.

Tengo muy lindos recuerdos del colegio y de todos ustedes. Vaya mi agradecimiento a Diego por este sitio y por haberme rastreado. Les mando un gran abrazo y muchos cariños a todos. Espero verlos pronto.

Julio.